Alimentación equilibrada: el escudo defensivo contra las enfermedades 

Vivimos en un mundo donde la vida avanza demasiado rápido, tanto que a veces las personas pasan por alto la importancia de una alimentación equilibrada. Está comprobado que lo que comemos tiene un impacto directo en nuestra salud tanto a corto como a largo plazo. La dieta equilibrada es fundamental en la prevención de enfermedades. 

La clave está en el equilibrio: 

Llevar una alimentación equilibrada significa consumir una variedad de alimentos en las proporciones adecuadas para poder obtener los nutrientes necesarios. Esto incluye una combinación de carbohidratos, proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales. Cuando seguimos una dieta equilibrada, nuestro cuerpo obtiene los nutrientes esenciales para funcionar correctamente y fortalecer nuestro sistema inmunológico. 

 

En la pirámide que vemos a continuación aparecen organizados todos los alimentos en función de si se pueden consumir diaria u ocasionalmente.  

 

Los alimentos naturales:

Los alimentos naturales son la base de una alimentación equilibrada. Estos alimentos son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen nuestro sistema inmunológico y nos protegen contra enfermedades. Sin embargo, los alimentos procesados y ricos en grasas saturadas, pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. 

Para concluir, es importante destacar que una alimentación equilibrada no es contar calorías, sino nutrir nuestro cuerpo con los alimentos adecuados. Cuando somos conscientes de esto, podemos fortalecer nuestro sistema inmunológico, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida a largo plazo.

Importancia de la alimentación saludable: una herramienta para disminuir el riesgo de enfermedad:

Tras años de investigación, diversos estudios afirman que existe una estrecha relación entre la alimentación y el desarrollo de enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus tipo 2 o ciertas enfermedades cardiovasculares. Muchas de las causas actuales de mortalidad están asociadas a los siguientes factores evitables: la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol y una alimentación desequilibrada. 

 

Por lo tanto, un cambio en el tipo de alimentación y el comenzar a llevar una vida más activa, puede repercutir favorablemente en la salud pública.

 

Por otro lado, existen estudios que han demostrado que una dieta rica en frutas y verduras pueden reducir el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, ictus o incluso ciertos tipos de cáncer como el colorrectal o el de mama.

Si necesitas consultar nuestras fuentes: https://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-alimentacion-saludable-basada-evidencia-13088200 

https://www.quironsalud.com/blogs/es/actualidad-endocrina/alimentacion-prevencion-enfermedad